La actriz Catherine Corcoran, reconocida por su participación en la primera entrega de Terrifier, interpuso una demanda contra los productores y el director de la cinta por incumplimiento de contrato y distribución de material sexualmente explícito sin su consentimiento. El caso fue presentado el 26 de octubre ante un tribunal federal de California, donde se señala que los involucrados habrían incurrido en fraude, acoso sexual y traición profesional.

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Corcoran, quien interpretó a una de las víctimas del icónico payaso Art, aseguró que la producción no solo la perjudicó físicamente durante la grabación de una escena violenta y sin ropa, sino que además usó dicho material sin su aprobación formal, tal como exige el Sindicato de Actores. En la demanda figuran las productoras Dark Age Cinema y Fuzz on the Lens Productions, así como Phil Falcone y Damien Leone, director de la saga.

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La actriz declaró que no ha recibido las regalías acordadas, pese a que el contrato estipulaba un 1% de las ganancias derivadas de la película y sus secuelas. Hasta la fecha, Terrifier ha generado más de 105 millones de dólares a nivel mundial, mientras Corcoran solo ha percibido 1,816 dólares. Además, denunció haber sido ignorada y maltratada al reclamar sus pagos, destacando que el equipo de producción negó llevar registros contables. Los acusados aún no han emitido declaraciones públicas respecto a la denuncia.