El mundo del fútbol está de luto tras confirmarse la muerte del delantero portugués Diogo Jota, de 28 años, quien falleció junto a su hermano André, de 26, en un accidente automovilístico registrado la madrugada del 3 de julio en la autovía A52, a la altura de Cernadilla, en Zamora, España. Ambos viajaban en un Lamborghini que salió de la carretera por causas aún no esclarecidas y se incendió tras el impacto.

Las primeras indagatorias apuntan a que el vehículo pudo haber sufrido el reventón de un neumático mientras realizaba un adelantamiento, provocando que se saliera de la vía y terminara en llamas. Bomberos y servicios de emergencia acudieron al lugar, pero solo pudieron confirmar el fallecimiento de los dos jóvenes, mientras el fuego también alcanzó parte de la vegetación cercana.

El Liverpool FC, club donde Jota jugaba desde 2020, expresó estar “destrozado” por la pérdida. En un comunicado oficial, pidió respeto a la privacidad de la familia del jugador y afirmó que brindarán todo el apoyo posible en este difícil momento. La Federación Portuguesa de Fútbol también reaccionó con profundo pesar. Pedro Proença, su presidente, definió a Diogo como “una persona extraordinaria y un referente en su comunidad”, y solicitó a la UEFA guardar un minuto de silencio durante el partido entre Portugal y España en la Eurocopa femenina.

Jota comenzó su carrera profesional en el Atlético de Madrid, pasó por el FC Porto y se consolidó en la Premier League con el Wolverhampton Wanderers, donde compartió vestidor con el mexicano Raúl Jiménez, quien le dedicó un emotivo mensaje de despedida en redes sociales. Su hermano André jugaba en el Futebol Clube Penafiel, de la segunda división portuguesa, y también tenía una prometedora trayectoria.

La noticia ha conmocionado al entorno futbolístico internacional, dejando una huella profunda en compañeros, clubes y aficionados, que hoy despiden a dos jóvenes talentos cuya vida fue truncada de forma trágica.