Después de tres años de la pandemia que ocasiono una «inflación mundial» y puso en jaque a los bancos centrales del mundo. En México el aumento de precios tomó una inercia que mantiene en alerta a Banxico.
Desde la institución advierten que esta «guerra inflacionaria» aún no ha terminado y apuestan por seguir combatiendo a través de la política monetaria.

el subgobernador Jonathan Heath aseguró que el escenario inflacionario obliga a mantener una tasa restrictiva al menos por seis meses más, con la proyección de que el índice de precios al consumidor bajará al 3% para finales de 2024 (platica exclusiva de La Política Online)

El último registro de inflación correspondiente a febrero mostró una desaceleración a 7.76%. ¿Qué lectura tiene sobre estos datos?
Se empieza a responder (a la política monetaria), aunque es muy pronto para informarlo la segunda quincena de febrero particularmente fue muy buena porque las tasas tanto de la inflación general como la subyacente estuvieron muy cerca de sus medios históricos. Eso es algo que necesitamos observar y no tener mes con mes inflaciones por arriba de sus medios históricos.

El índice de alimentos de la FAO había estado aumentando a niveles de 40%, y las últimas lecturas han sido ya negativos. En el índice de commodities del Fondo Monetario los energéticos habían estado subiendo algo así como 170% anual, y las últimas lecturas son negativas.

Sin embargo, en los últimos registros lo que se observa es que las presiones más preocupantes son por factores internos.
Los primeros precios que tenemos que observar a ver es el índice del productor y ahí estamos viendo que ya también está básicamente en ceros. La última lectura del subíndice de los insumos para la manufactura también estaba en un número cercano a cero. (Significa que los productos ya no aumentan su precio).
Es cierto que ahora lo que estamos viendo es que muchas de estas presiones que eran en su mayoría de origen global ya están empezando a ceder, pero empieza a haber ciertas presiones más idiosincráticas, ahora sí un poco más locales.

Hablemos de esas presiones internas. ¿Qué tanto influye el tema salarial?
Puede ser un riesgo. No lo ha sido hasta ahora. Nosotros hacemos estudios constantemente para buscar qué precios son más susceptibles a varios factores. Y en el conjunto de precios más susceptibles a incrementos de costos laborales vemos que son los que menos han subido en comparación de los demás. Han subido, pero en menor proporción.
El diferencial entre el salario mínimo y el salario medio se ha ido acotando. Aumentas el salario mínimo y va a tener una afectación en el salario medio. Ya estamos viendo que empieza a ser más relevante el salario mínimo. Entonces, hacia adelante pudiera ser un riesgo. 

«Es cierto que ahora lo que estamos viendo es que muchas de estas presiones que eran en su mayoría de origen global ya están empezando a ceder, pero empieza a haber ciertas presiones más idiosincráticas, ahora sí un poco más locales«

¿Y cómo se enfrenan esos riesgos inflacionario por factores internos?
Porque la política monetaria debería tener más injerencia en este tipo de factores: los internos. Tenemos injerencia en lo que está pasando a nivel local. Y los precios que más nos preocupa diría que son los servicios. Porque estos son precios no comerciables.
El índice de precios de las mercancías alimenticias, que había estado arriba de 14%, ya está debajo de ese nivel. Creemos que va seguir bajando. Pero los servicios son los que están subiendo y eso fue algo justamente que nos preocupó mucho en el mes de enero.

Debemos evitar que los aumentos de precios sean inerciales. Por eso decidimos en febrero mantener el ritmo en la política monetaria. Las primeras señas de febrero indican que pues sí, ahora sí ya están empezando a responder.

Pero es esperable más aumentos a las tasas.
Tenemos que esperar a ver marzo, abril… Pero lo más seguro es que ya estamos muy cerca de lo que creemos que es nuestra tasa terminal. De aquí ya la discusión no es cuánto más vamos a aumentar, sino más bien -si es que ya estamos llegando a la tasa terminal- cuánto tiempo podemos aguantar.

«Lo más seguro es que ya estamos muy cerca de lo que creemos que es nuestra tasa terminal. De aquí ya la discusión no es cuánto más vamos a aumentar, sino más bien -si es que ya estamos llegando a la tasa terminal- cuánto tiempo podemos aguantar.«

¿Cuánto tendría que ceder la inflación para empezar a bajar la tasa?

Una vez que lleguemos en la tasa de terminal va a tener dos fases en sí: una primera fase que yo le llamo el manejo pasivo y el otro vamos a regresar a un manejo activo.

La última decisión de finales de septiembre nos permitió entrar en un terreno restrictivo, ya mucho más consistente con la complejidad del problema inflacionario que tenemos. Entonces estamos apenas con cuatro o cinco meses en el terreno restrictivo.
En una primera instancia, mantener la tasa nominal, que es 11%. Quizás para el siguiente mes 11.25%, no lo sabemos. Sin embargo, la postura monetaria no se mide a través de la parte nominal, sino la real-ex ante, que significa que al nominal le quitamos la inflación que pensamos que va a perdurar de aquí a 12 meses.


¿Cuánto tiempo demoraría todo ese proceso?
Ya muchos analistas en el mercado están opinando que pudieran empezar a ver algún que otro recorte hacia fines de año. Creo que pudiera ser cierto nada más que hay que interpretar correctamente esos primeros recortes. Porque esos primeros recortes no reducirán el grado de restricción de la postura monetaria, más bien es para mantenerlo en la medida que vaya bajando la inflación.

¿Y en qué momento podría empezar un recorte de tasas que sí busque una postura menos restrictiva?

Una vez que veamos que la inflación está bajando y convergiendo en su meta de largo plazo, que es el 3%. Cuando veamos que está muy en línea con nuestras propias proyecciones. Y eso no lo veo para este año, pero quizá para el 2024. Ahí quizá pudiéramos iniciar la última etapa de este ciclo monetario que es lo que yo le llamaría la normalización. Ahí sí ya vamos a ir bajando la tasa nominal para que la postura monetaria deje de ser restrictiva. 


Para eso debemos esperamos que la inflación ya entre en la zona del 3%, que pensamos que podría ser quizá en la segunda mitad del 2024. Tenemos un problema de inflación todavía muy grande, que no lo hemos terminado resolver. Y para eso está la política monetaria, la política de tasas

«La crisis bancaria en Estados Unidos no implica un problema macro ni un riesgo sistémico para México. Después de la crisis de los 90, se aplicaron una gran cantidad de regulaciones. Los bancos aquí están muy capitalizados.«

Con toda la volatilidad que generó la crisis bancaria en EU ha habido algunos movimientos en el tipo de cambio. ¿Es un tema que preocupa a Banxico?
Pero creo que está en niveles más razonables que los que había llegado antes. Porque yo creo que ya estaba bajando hasta demasiado. Nosotros no tenemos ningún objetivo para el tipo de cambio, pero lo que sí es bien importante es que el régimen cambiario refleje toda la flexibilidad posible para cualquier desequilibrio que empiece a manifestarse.

En cuanto al problema de los bancos, diría que en el en el caso de México desde la crisis bancaria de los 90 se han hecho una gran cantidad de cambios en las regulaciones. Prácticamente todos los bancos tienen niveles de capitalización muy por arriba de los mínimos que sugiere Basilea 3. Vino la crisis bancaria en 2008-2009 y México salió super bien. No tuvimos ninguna crisis bancaria, ningún problema. Eso fue una prueba mucho más contundente que la de ahora.

 


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