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Hijos de Silvia Pinal ya están en guerra por la herencia

La saga de la familia Pinal siempre está en boca de todos. Justo cuando parecía que las aguas se calmaban, una vez más presenciamos una disputa entre los herederos, desencadenada por el reciente fallecimiento, hace dos semanas, de la productora teatral Tina Galindo, quien ejercía como albacea de la ‘Diva de México’.

El deceso de Tina implica que doña Silvia deberá realizar ajustes en su testamento para designar a un nuevo albacea. Este individuo se encarga de cumplir los deseos del fallecido respecto a sus posesiones y de distribuirlas según lo estipulado en el testamento.

Esto ha desatado una nueva ola de controversia en la familia. Según una amiga cercana de doña Silvia, “la situación es terrible, apenas se menciona el tema de la herencia y ya comienzan las disputas y los gritos entre sus hijos”.


Nos informa que después del fallecimiento de Tina, Sylvia Pasquel contactó a Alejandra Guzmán para discutir la necesidad de cambiar al albacea, pero en lugar de una conversación productiva, recibió una andanada de gritos por parte de Alejandra, quien parecía estar exclusivamente preocupada por la herencia. Pasquel no actuó de manera indebida. Es evidente que deben abordar este tema, especialmente considerando la frágil salud de doña Silvia: a veces se encuentra bien y otras veces decae, tanto que la han tenido que hospitalizar de emergencia.

Este conflicto con Alejandra generó dos sospechas en la mente de Pasquel: en primer lugar, consideró la posibilidad de que durante la enfermedad de Tina, Alejandra y su hermano Luis Enrique se adelantaran y hubieran cambiado al albacea con su madre. El problema es que nadie está dispuesto a proporcionar información. Por este motivo, ella está llevando a cabo su propia investigación. Afirma que en los próximos días sabrá si hay un nuevo albacea y lo comunicará.


La otra sospecha de Pasquel es que tal vez el cambio de albacea apenas se llevará a cabo, pero que Alejandra y Luis Enrique intentarán hacerlo de manera clandestina, ocultándolo de ella para colocar a alguien que les ayude cuando doña Silvia ya no esté. De esta manera, tendrían el control total sobre la herencia. Luis Enrique y Alejandra sienten una profunda aversión hacia Pasquel, no la toleran. Una vez que su madre haya fallecido, lo primero que harán será apartarla de sus vidas y cortar todo contacto con ella.

Michelle Salas excluyó a Alejandra Guzmán de su boda a solicitud de su abuela. Cuando le preguntamos a nuestra fuente sobre el origen de tanto resentimiento, esto es lo que nos dijo:


“Nunca han mantenido una relación cercana debido a la diferencia de edad: Pasquel es mayor al ser del primer matrimonio de Pinal. A pesar de una relación cordial en el pasado, todo se desmoronó con el tema de la herencia y la relación se volvió terrible. Tanto es así que Pasquel insistió en que su nieta Michelle Salas no invitara a Alejandra a su boda. Michelle ya la había invitado, ya que tienen una buena relación, pero tuvo que retractarse porque así se lo pidió su abuela. Alejandra guarda rencor por eso”.

Nuestra fuente también nos compartió lo siguiente: “Pasquel aparenta tener pleno conocimiento de la situación. Seguramente saldrá a desmentir cualquier afirmación al respecto. O si se nombra un nuevo albacea, lo presentará como si siempre hubiera estado al tanto. La realidad es que probablemente esté investigando de todas las formas posibles. Te puedo decir que están a punto de informarle si sus hermanos tomaron la delantera y realizaron el cambio de albacea hace algún tiempo, sabiendo que Tina ya estaba enferma, o si apenas se llevará a cabo esta modificación”.

Ella ha intentado hablar con su mamá, pero doña Silvia no siempre está lucida y no puede proporcionarle una respuesta clara. Además, Pasquel sospecha que sus hermanos son capaces de cualquier cosa y que, aunque este proceso debe ser llevado ante un juez, podrían haber hecho firmar un documento de cambio de albacea sin que doña Silvia, debido a su estado, se percatara de lo que estaba firmando, o podrían intentar hacerlo pasar desapercibido entre otros papeles.