La moda “fast fashion” está siendo un problema complejo en todos los países, pues es la segunda industria más contaminante a nivel global. Al hablar de moda rápida, es referirnos específicamente a la acumulación de atuendos que tienen poca vida útil, es aquella que se consigue a precio bajo y solo permanece en tendencia en un corto tiempo, por lo que rápidamente se convierte en basura.

Algunos países como Francia, están buscando mecanismos para contratacar esta industria de “fast fashion”, es por eso que el pasado jueves, los diputados franceses apoyaron aplicar medidas que puedan hacer menos atractiva la compra de ropa de bajo costo, solo se encuentra en espera que el Senado las aprueben, dando un golpe a esta industria.

Algunas de las medidas que figuran en las propuestas de los diputados, son

1. Prohibir la publicidad de los productos textiles más baratos e imponer una tasa medioambiental a los artículos de bajo costo.
2. Aplicar criterios como el volumen de ropa producida y la velocidad de rotación de las nuevas colecciones.
3. Los productores estarán obligados a informar a los consumidores sobre el impacto medioambiental de sus prendas.
4. A partir de 2025, se aplicaría un recargo de cinco euros por artículo, que aumentaría a 10 euros en 2030. Pero este no podría superar el 50 por ciento del precio del artículo. Esta medida beneficiara a la industria de moda de alta calidad, ya que los ingresos de esta tasa se usarán para subvencionar a los productores de ropa sostenible, lo que les permitirá competir.

Estas medidas beneficiarán y protegerán a la moda de gama alta, pues son industrias pilares de la economía francesa, marcas mundiales como Louis Vuitton, Chanel, Hermès, Dior y Cartier