Niños Migrantes Juegan en Campamento de la Colonia Aeropuerto en Chihuahua
Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce
En el campamento de la colonia Aeropuerto de Chihuahua, un grupo de niños migrantes juega sin preocupaciones, a miles de kilómetros de sus países de origen como Venezuela, Colombia, Guatemala, Honduras y El Salvador, entre otros. Mientras ellos disfrutan de su infancia, no se imaginan lo difícil que es estar lejos de su patria, sin familiares cercanos, sin trabajo y sin dinero, solo con el sueño americano, que cada vez se ve más lejano.
En el campamento, los niños provienen de diversas naciones, cada uno con su propia historia de migración. “¿De dónde vienes?”, preguntamos a un niño. “De Honduras”, nos responde el pequeño. “¿Y tú?”, le preguntamos a otro niño, que responde “Colombia”. A pesar de la difícil situación, estos niños encuentran momentos de alegría y compañía en el campamento.


Los padres, en su mayoría, están ausentes del campamento durante el día, trabajando en diferentes labores para intentar sostener a sus familias. Algunos niños, sin embargo, han llegado solos, enfrentando la travesía migratoria sin la compañía de adultos. “Él es mío”, dice una madre señalando a su hijo, mientras explica que otros niños tienen a sus padres viviendo en las cercanías.
El campamento ha visto una disminución en el número de personas en las últimas semanas. “Ya no se ve tanta gente”, comenta un voluntario. Muchos migrantes han continuado su viaje, buscando mejores oportunidades en otros lugares, mientras que algunos han sido devueltos a sus países de origen por las autoridades migratorias. “Aquí inmigración no molesta”, dice uno de los residentes del campamento, destacando que la policía local no suele intervenir en la vida diaria de los migrantes.
Diego, un joven de Colombia, y Yanina, de Honduras, comparten sus experiencias en el campamento, mostrando la resiliencia y esperanza que caracteriza a estos migrantes. Aunque enfrentan muchos desafíos, los niños migrantes en Chihuahua continúan soñando con un futuro mejor, jugando y riendo en medio de la adversidad.




