Luchando por Sobrevivir: La Historia de Mario Rojas en el Centro de Chihuahua
Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce
En las calles del centro de Chihuahua, una figura conocida por los locales se ha convertido en un símbolo de supervivencia y resiliencia. Mario Rojas, un adulto mayor, recorre diariamente la ciudad en busca de materiales reciclables, utilizando un carrito de supermercado que ha adaptado ingeniosamente como su hogar móvil.
Mario, quien se gana la vida recolectando fierro, latas y otros materiales para reciclar, ha transformado un carrito de Alsuper en su refugio y herramienta de trabajo. Con creatividad y necesidad, ha acondicionado el carrito para incluir un colchón, convirtiéndolo en su dormitorio improvisado.
“Yo lo hice”, explica Mario con orgullo cuando se le pregunta sobre las modificaciones del carrito. Este vehículo multifuncional no solo le sirve para transportar los materiales que recoge, sino que también es su hogar rodante, permitiéndole dormir “donde quiera” en las calles de la ciudad.
La rutina diaria de Mario involucra recorrer las calles en busca de “cascajo” y “fierro”, que luego vende en centros de reciclaje. Además, menciona que compra “rosetas de segunda” para revender, mostrando su espíritu emprendedor a pesar de las circunstancias adversas.
La situación de Mario refleja una realidad preocupante: adultos mayores que, en lugar de disfrutar de una jubilación digna, se ven obligados a trabajar en condiciones precarias para sobrevivir.

La situación de Mario Rojas no es un caso aislado. El centro de Chihuahua se ve cada vez más poblado por adultos mayores en situaciones similares, lo que subraya la urgente necesidad de una respuesta gubernamental integral.
Es imperativo que tanto el gobierno municipal como el estatal tomen medidas concretas para abordar esta crisis silenciosa. Se deben implementar programas específicos dirigidos a los adultos mayores en situación de vulnerabilidad, que no solo proporcionen ayuda inmediata, sino que también ofrezcan soluciones a largo plazo para mejorar su calidad de vida.
Si bien es encomiable la atención que se presta a los migrantes y desplazados internos, es crucial que los gobiernos local y estatal no pierdan de vista las necesidades urgentes de su propia población. La presencia de personas como Mario en las calles de Chihuahua es un recordatorio constante de que se necesita una acción inmediata y sostenida.
Es momento de que las autoridades reconozcan esta realidad y actúen en consecuencia, garantizando que ningún adulto mayor tenga que enfrentarse a la calle como su única opción de vida. La dignidad y el bienestar de nuestros mayores deben ser una prioridad para toda la sociedad chihuahuense.
