En las calles del centro de Chihuahua, una figura familiar para muchos transeúntes continúa su labor diaria con determinación y entusiasmo. Elvira Macías, de 69 años, lleva más de tres décadas recorriendo estas aceras, ofreciendo gelatinas, tapioca y, en temporada de frío, pan casero.

Con su característica hielera amarilla amarrada a un carrito con ruedas, Elvira emprende cada día un largo recorrido desde la colonia Tierra y Libertad. “haga de cuenta que camino desde el panteón la colina hasta donde está el Vivebus”, comenta, describiendo su extenso trayecto diario.

Sus productos, elaborados con cariño, se han convertido en un dulce alivio para muchos. Las gelatinas y la tapioca, vendidas a $20 y $25 pesos respectivamente, vienen en variados sabores, incluyendo la popular versión “mosaico”. En invierno, su oferta se expande para incluir pan casero, vendiendo bolsas de 4 piezas a $35 pesos.

A lo largo de los años, Elvira ha enfrentado desafíos, como restricciones para subir al transporte público con su carrito. Sin embargo, su perseverancia ha prevalecido, y ahora disfruta de mayor accesibilidad en su ruta diaria.

La historia de Elvira es un testimonio de resiliencia y dedicación. A sus 69 años, continúa recorriendo largas distancias, desde la calle Cuarta hasta el “Pasito”, regresando por Núñez Ceres hasta el Vivebus, para luego emprender el camino de vuelta a casa.

Para aquellos interesados en disfrutar de sus dulces ofertas o apoyar su negocio, Elvira puede ser encontrada recorriendo el centro de Chihuahua, endulzando la vida de los chihuahuenses, un vasito de gelatina a la vez.