Redacción y fotografía: Silver Juárez
En vísperas del regreso a clases, padres de familia en diversas partes de la ciudad han notado un pequeño, pero significativo, aumento en los precios de los útiles escolares en comparación con el año anterior. Este incremento ha generado preocupación entre quienes se preparan para cubrir las necesidades educativas de sus hijos.

Roberto, un padre de familia, compartió su experiencia al respecto. “Este año, al comprar los útiles para mis hijos, noté que todo está un poco más caro. No es un aumento enorme, pero definitivamente se siente en el bolsillo, especialmente cuando tienes que comprar para más de un niño,” comentó.

El aumento de precios se ha observado en artículos esenciales como cuadernos, lápices, mochilas y uniformes escolares. Para muchas familias, estos incrementos representan un desafío adicional en un contexto económico ya de por sí complicado. “El gasto en útiles escolares siempre ha sido una preocupación, pero este año parece que se ha vuelto más difícil completar la lista sin que afecte otros aspectos del presupuesto familiar,” añadió Roberto.

Este fenómeno no es exclusivo de un solo comercio; padres de diferentes zonas han reportado aumentos similares en tiendas de autoservicio y papelerías locales. A pesar de que el incremento no es exorbitante, sí representa un impacto acumulativo para las familias que deben comprar una variedad de artículos.

Algunos comerciantes han atribuido estos aumentos a factores como la inflación y los costos de producción, que han afectado la cadena de suministro en general. Sin embargo, para los padres de familia, el reto sigue siendo encontrar la manera de cumplir con las demandas escolares sin comprometer su economía.

Ante esta situación, Roberto y otros padres han optado por buscar alternativas, como compras al mayoreo, el uso de descuentos, y la reutilización de materiales en buen estado del año anterior. Aun así, la preocupación persiste, y muchos esperan que la situación se estabilice en los próximos años.

El incremento en los precios de los útiles escolares es un reflejo más de la volatilidad económica que afecta a las familias mexicanas, quienes continúan buscando maneras de adaptarse a los cambios sin que esto comprometa la educación de sus hijos.