Los comportamientos de los perros pueden ser reveladores, y entenderlos es clave para su bienestar. Aunque no domines el “idioma canino”, es esencial aprender a interpretar sus acciones. Algunos comportamientos son normales, mientras que otros pueden indicar problemas físicos o emocionales. Los cambios abruptos en el comportamiento suelen ser señales de alerta, por lo que es recomendable consultar a un veterinario si tienes preocupaciones.

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El mordisqueo es común en cachorros que exploran su entorno y alivian el malestar por la dentición. Sin embargo, si esta conducta persiste, puede convertirse en un problema de comportamiento. Girar o perseguir la cola puede ser una fase de juego, pero si se convierte en una obsesión, especialmente en razas propensas, es un signo de ansiedad que requiere atención profesional.

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Escarbar puede ser normal o una forma de escape, pero si se convierte en un problema, consulta con un entrenador. Comer heces puede ser por curiosidad, hambre o ansiedad, y es crucial mantener una dieta equilibrada. Jadear es una forma de enfriarse, pero también puede indicar dolor o estrés. Sentarse sobre tus pies o entre tus piernas refleja ansiedad. Arrastrar el trasero puede señalar irritación o problemas de salud. Finalmente, orinar dentro de casa puede ser un signo de problemas médicos o estrés, y bostezar puede reflejar ansiedad más que cansancio. Reconocer estos comportamientos mejora la comunicación con tu perro y su calidad de vida.