Nicole Kidman, reconocida por sus papeles atrevidos, enfrenta en su próxima película, “Babygirl”, uno de los retos más grandes de su carrera. En este proyecto dirigido por Halina Reijn, Kidman interpreta a una directora ejecutiva que se ve inmersa en una apasionada y prohibida relación con un joven pasante, papel que interpreta Harris Dickinson. La actriz confesó sentirse “extremadamente expuesta” durante el rodaje, revelando que estas son sus escenas sexuales “más vulnerables” hasta la fecha. A pesar de su experiencia en dramas eróticos, este proyecto ha sido un reto emocional sin precedentes para ella.

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Durante la filmación, Kidman compartió que hubo momentos en los que se sintió agotada y que incluso consideró detenerse. A pesar de trabajar con coordinadores de intimidad, comentó que la sensación de vulnerabilidad fue tan intensa que tuvo que preguntarse si había perdido su “protección” emocional. La relación con Reijn fue fundamental para superar estos desafíos, describiendo sus conversaciones como increíblemente “sinceras y gráficas”, lo que permitió a Kidman sentirse más segura en un ambiente que podría haber sido abrumador.

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Halina Reijn, por su parte, buscó mostrar el lado “humano” de esta relación, alejándose de los estereotipos y explorando la confusión y los desafíos de la masculinidad moderna a través del personaje de Dickinson. Según Reijn, la interacción entre los personajes no busca crear una fantasía idealizada, sino representar la complejidad y vulnerabilidad que conlleva una relación tan intensa. La película, que se estrenará en el Festival de Cine de Venecia, promete ser una producción cargada de emociones y cuestionamientos sobre las dinámicas de poder y género en el amor.