El nombre de Michael Jackson, quien hubiera cumplido 66 años hoy, ha quedado irreversiblemente manchado por las múltiples acusaciones de abuso sexual infantil que enfrentó durante su vida. A pesar de ser un ícono musical con éxitos como “Thriller” y “Beat it”, el Rey del Pop estuvo constantemente bajo el escrutinio público debido a estos señalamientos. Su guardaespaldas, Bill Whitfield, quien estuvo a su lado en sus últimos años, reveló que estas acusaciones fueron devastadoras para él, afectando profundamente su estado emocional y físico.

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Bill Whitfield afirmó que Michael Jackson estaba “muy triste” antes de su muerte en 2009, y señaló que el estrés derivado de estas acusaciones “lo mató”. A pesar de las investigaciones y la vigilancia constante de su comportamiento, Whitfield insiste en que nunca vio a Jackson actuar de manera inapropiada con los niños. Para él, las personas que lo acusaron eran “mentirosos”, y cree que la presión de estas acusaciones fue un factor crucial en la muerte del artista.

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En años recientes, las polémicas en torno a Michael Jackson han vuelto a surgir, especialmente tras el documental “Leaving Neverland” y la reciente demanda de Wade Robson y James Safechuck. Aunque se han realizado esfuerzos para cambiar la narrativa y limpiar la imagen del cantante, como la producción de la película “Michael”, dirigida por Antoine Fuqua, el legado de Jackson sigue siendo un tema de debate y controversia.