Katy Perry y Orlando Bloom se conocieron en una afterparty de los Globos de Oro en 2016, pero su relación inicial no fue del todo estable. Perry explicó que ambos estaban en momentos diferentes de sus vidas: mientras Orlando, tras un periodo de celibato, buscaba algo serio, ella todavía estaba lidiando con el final de una relación anterior. Según Perry, necesitaba “trabajar en sí misma” y explorar su propio crecimiento personal, lo que los llevó a separarse al año siguiente. Durante ese tiempo, Bloom asistió a un retiro conocido como The Hoffman Process, lo que marcó un punto de inflexión para ambos.

También te puede interesar: Avance y fecha de estreno de ‘Pedro Páramo’ en Netflix

También te puede interesar: Elton John enfrenta una recuperación tras una grave infección ocular

En una conversación con el podcast ‘Call Her Daddy’, Perry confesó que al principio no sentía que la relación avanzara con fluidez. Orlando dejó de participar en “el juego del gato y el ratón” tras su retiro, algo a lo que Perry estaba muy acostumbrada en relaciones anteriores. Esta nueva dinámica le pareció “aburrida”, lo que la llevó a terminar la relación. Sin embargo, tras un año difícil separados, Perry decidió seguir los pasos de Bloom y asistir al mismo retiro, lo que cambió su perspectiva de vida y la ayudó a encontrar el equilibrio entre su mente y corazón.

También te puede interesar: Daniel Craig rompe esquemas en su nueva película ‘Queer’

Finalmente, la pareja se reencontró y, aunque enfrentaron desafíos, Orlando demostró ser el apoyo incondicional que Perry necesitaba. Mostrándole “lo peor de sí misma”, Perry se dio cuenta de que Bloom era el hombre indicado para ella. Ahora, ambos trabajan juntos para fortalecer su relación, incluso recurriendo a la terapia de pareja. Su objetivo es evolucionar como individuos y como padres de su hija Daisy, esforzándose constantemente por superar obstáculos y seguir creciendo como pareja.