Lampo, el perro ferroviario
Lampo, un perro mestizo con apariencia de pastor alemán, capturó la atención de Italia en los años 50 por su asombrosa habilidad para viajar en trenes de manera independiente. Este perrito vivía en la estación de tren en Campiglia Marittima, donde había sido adoptado por el jefe de estación. Su travesía comenzó cuando un día decidió subirse a un tren sin supervisión, sorprendiendo a todos al regresar siempre a su hogar.
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El pequeño aventurero no solo viajaba solo, sino que parecía tener una increíble comprensión de los horarios y rutas de los trenes. Lampo se convirtió en una figura querida por los pasajeros y trabajadores del ferrocarril debido a su habilidad para encontrar su camino de vuelta a la estación tras cada viaje, e incluso ayudaba a los pasajeros a orientarse.
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Para conmemorar su extraordinario espíritu y su vínculo especial con el ferrocarril, se erigió una estatua de Lampo en la estación de Campiglia Marittima. Su historia sigue tocando corazones y representa el profundo lazo entre humanos y animales, convirtiéndolo en un símbolo perdurable de lealtad y destreza.