Macario Lozano Delgado: 30 Años de Venta de Globos en el Centro
Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce
En la icónica esquina de Libertad e Independencia, a la altura del Kentucky Fried Chicken, Macario Lozano Delgado y su esposa, Gloria Guadalupe García Martínez, continúan con su negocio de venta de globos, una tradición familiar que ha perdurado por más de 30 años. A pesar de los cambios en el centro de la ciudad y la disminución de vendedores ambulantes desde 2012, Macario y su familia han seguido adelante, convirtiéndose en uno de los pocos que aún mantienen viva esta actividad.
“Antes éramos muchos, pero desde 2012 ya no. Quitaron a todos los vendedores, y algunos recibieron pagos. Yo siempre peleé por la causa, porque de aquí mis hijos han estudiado. Hoy, gracias a esto, uno de ellos ya se graduó como enfermera general instrumentista”, comentó Macario con orgullo, agradeciendo también el apoyo de las autoridades y las tiendas cercanas que les permitieron continuar trabajando.
El negocio de globos de la familia no solo ha sido su sustento, sino también la clave para garantizar el futuro de sus hijos. “No es para nosotros, es para ellos”, expresó Gloria, mientras relataba cómo sus ingresos han ayudado a su hija a obtener su título universitario. Aunque los tiempos han cambiado y la competencia ha disminuido, la venta de globos sigue siendo una fuente de ingresos constante, aunque ahora los precios han subido a 30 pesos por globo, comparado con los 5 pesos de hace tres décadas.

Además de los globos tradicionales, Macario ha añadido novedades como carritos y tortuguitas, que han captado la atención de los más pequeños. “Las tortuguitas las estamos vendiendo a 60 pesos”, señaló, destacando que los productos han evolucionado con el tiempo, adaptándose a los gustos de las nuevas generaciones.
A lo largo de los años, la familia Lozano ha enfrentado retos personales, como las cirugías de su nieta, quien ha sido intervenida por un quiste en la nariz y padece de problemas cardíacos. “Gracias al apoyo de la gente, a la venta de globos y al ‘kilómetro del peso’, logramos juntar lo necesario para cubrir los gastos médicos”, explicó Macario, mostrando su gratitud por la solidaridad de la comunidad.
Macario invita a todos los visitantes del centro de Chihuahua a pasar por su puesto y llevarse un globo. “Vengan con su familia, con sus nietos o sobrinos. Ellos se van a divertir mucho con un globito”, dice con una sonrisa, recordando que su negocio no solo es una forma de ganarse la vida, sino también una fuente de alegría para los más pequeños.
