Lyle y Erik Menéndez han manifestado su profunda molestia por la serie de Netflix Monsters: La historia de Lyle y Erik Menéndez, dirigida por Ryan Murphy. La producción, que relata el infame caso del asesinato de sus padres en 1989, ha sido acusada por los hermanos de revivir un pasado doloroso y de distorsionar los hechos, presentando una versión sensacionalista de su historia. Según Erik, la serie simplifica los complejos eventos de su vida, perpetuando estereotipos dañinos sobre el abuso infantil y la violencia familiar que, según ellos, sufrieron a manos de su padre.

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Desde prisión, ambos hermanos han expresado su preocupación por cómo el enfoque de la serie minimiza los abusos que vivieron y se centra más en el crimen que en los traumas que, según afirman, los llevaron a cometerlo. Erik criticó que la producción de Ryan Murphy ha optado por una narrativa simplificada, ignorando la complejidad emocional del caso. Lyle también calificó la serie como un retroceso en la visibilización del abuso sexual masculino, ya que considera que se ha empañado el progreso alcanzado en este tema al priorizar el sensacionalismo sobre la verdad.

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La crítica hacia Monsters refleja una preocupación más amplia sobre cómo las producciones de true crime abordan las tragedias familiares. Aunque la serie ha renovado el interés en el caso, los Menéndez consideran que se ha sacrificado la veracidad de los hechos en favor de un enfoque que busca entretenimiento, sin tener en cuenta el impacto emocional que esto tiene en los involucrados.