La obesidad en mascotas es un problema creciente que afecta su calidad de vida y bienestar general. Al igual que en los humanos, el exceso de peso puede llevar a enfermedades graves como diabetes, problemas cardíacos y dolencias articulares. Estos padecimientos reducen la esperanza de vida de nuestros compañeros, por lo que es crucial tomar medidas preventivas. Se considera que una mascota sufre de obesidad cuando su peso excede al menos un 20% de su peso ideal, lo que afecta a perros, gatos y hasta pequeños mamíferos como hámsters y conejos.

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Las causas de la obesidad son variadas, pero el desequilibrio entre la ingesta calórica y la actividad física es el principal factor. Entre las razones destacan la sobrealimentación, dietas de baja calidad, falta de ejercicio y predisposición genética. También, la edad y ciertos problemas de salud, como desequilibrios hormonales, pueden influir en el metabolismo de la mascota, aumentando su vulnerabilidad a ganar peso de manera descontrolada.

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La prevención es clave para evitar que las mascotas desarrollen este trastorno. Es importante ofrecer una alimentación balanceada, moderar los premios y fomentar la actividad física. Si la obesidad ya es un problema, el tratamiento adecuado incluye una visita al veterinario para planificar una dieta especializada y aumentar gradualmente el ejercicio. Monitorear el progreso y ajustar el plan es vital para asegurar una pérdida de peso saludable, y, en el proceso, fortalecerás el vínculo con tu mascota.