Educar a un gatito puede ser un reto, ya que su naturaleza independiente los hace menos receptivos al adiestramiento que los perros. Sin embargo, con paciencia y constancia, es posible enseñarle ciertas normas útiles. Es importante empezar desde temprana edad, pues cada gato es único y responde de manera diferente. Un buen comienzo es hacer que tu gato asocie su nombre a experiencias agradables, como la comida, el juego o las caricias.

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Para lograr resultados efectivos, enfócate en enseñar una cosa a la vez, y recompensa a tu gato cada vez que realice correctamente la acción deseada. A medida que aprenda, puedes reducir la frecuencia de las recompensas, utilizando su alimento favorito o un snack saludable, como los snacks Purina Felix. Además, refuerza las órdenes utilizando su nombre antes de pedirle cualquier acción, lo que ayudará a que entienda mejor lo que esperas de él.

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Es fundamental que las sesiones de aprendizaje sean cortas para mantener su interés y evitar que se canse o se frustre. Unos 15 minutos por sesión son suficientes. También, asegúrate de eliminar distracciones como ruidos o la televisión durante el entrenamiento. Finalmente, evita enfrentarte a tu gato o castigarlo, ya que esto podría herir su dignidad y afectar negativamente vuestra relación.