Evasivas y lugares comunes ante el caso Miroslava Breach: ONU repite el mismo discurso
Al ser cuestionado sobre el seguimiento del brutal asesinato de la periodista Miroslava Breach, Jesús Peña Palacios, representante en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, optó por un discurso reciclado que dejó más preguntas que respuestas.
Con una declaración genérica que ha sido utilizada hasta el cansancio en casos similares, Peña Palacios afirmó que ante cualquier ataque contra periodistas o defensores de derechos humanos, la ONU siempre ha exigido «investigaciones oportunas que lleven a la identificación, aprehensión y sanción de los responsables, tanto materiales como intelectuales». Sin embargo, esa insistencia en que «el mensaje siempre debe ser el mismo» se queda corta cuando se enfrenta con la realidad: el caso de Miroslava Breach sigue plagado de opacidad y lentitud en la impartición de justicia.
Lo que se esperaba fuera una declaración contundente sobre el avance del caso terminó en un discurso vacío, sin aportes significativos ni respuestas claras. La falta de acción concreta ante este crimen emblemático y otros similares ha demostrado que las demandas internacionales por justicia y transparencia quedan relegadas a declaraciones sin consecuencias tangibles.
Miroslava Breach, una periodista que pagó con su vida por exponer la corrupción y el crimen organizado, sigue siendo un caso sin resolver en su totalidad, mientras los llamados por investigaciones «prontas y efectivas» parecen caer en saco roto. Pero eso sí, el mensaje oficial nunca cambia, como si la repetición fuese sinónimo de avance.
¿Qué más hace falta para que las autoridades dejen de tratar estos asesinatos como parte del paisaje o darle mayor importancia a casos de derechohumanistas? La ONU, al parecer, no lo sabe, o simplemente no está dispuesta a incomodar demasiado a quienes deben garantizar justicia.
