Emilia Clarke, mundialmente reconocida por su papel como Daenerys Targaryen en Game of Thrones, ha revelado que no se siente capaz de ver la precuela House of the Dragon. Aunque la nueva serie ha sido un éxito, Clarke explicó que su experiencia personal con Game of Thrones fue tan intensa y significativa que sumergirse nuevamente en ese universo le resulta demasiado extraño. La actriz ha destacado que su trabajo en la serie original marcó profundamente su carrera y vida personal, y por eso prefiere no involucrarse con las nuevas producciones relacionadas.

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El polémico final de Game of Thrones, especialmente la transformación de su personaje, dejó una marca duradera en Clarke. Muchos fanáticos criticaron el giro oscuro de Daenerys en la última temporada, considerándolo apresurado y poco satisfactorio. Para Clarke, el desenlace no solo representó una despedida profesional, sino también una experiencia emocionalmente intensa. Este proceso ha influido en su decisión de evitar las nuevas entregas del mismo universo.

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A pesar de no ver la precuela, Clarke ha expresado su apoyo a todo el equipo de House of the Dragon. Sin embargo, compara la idea de verla con asistir a una reunión escolar de la cual no formó parte, una sensación que prefiere evitar. Clarke sigue valorando lo especial que fue su participación en Game of Thrones, pero también reconoce la necesidad de mantener distancia para preservar la huella emocional que dejó la serie en su vida.