Kylian Mbappé vive su peor racha goleadora desde 2021, con apenas un gol en los últimos ocho partidos con el Real Madrid, lo que ha generado inquietud entre los aficionados del club. A pesar de su llegada como una superestrella, la adaptación del delantero francés al equipo de Carlo Ancelotti ha sido más complicada de lo esperado. El Madrid, que apostó por él como el gran fichaje de la temporada, no ha visto todavía la versión esperada del atacante.

Mbappé, quien llegó procedente del PSG como agente libre, ha marcado nueve goles en 17 partidos, de los cuales siete fueron en LaLiga. Sin embargo, sus cifras están por debajo de lo esperado. Con un gol en la Champions y un rendimiento por debajo de sus goles esperados (xG), se encuentra lejos de ser el goleador que el club necesita. Su tasa de conversión de remates es preocupante: de los 57 disparos realizados, solo 27 fueron al arco, y su porcentaje de acierto es solo del 47.4%, uno de los peores entre los delanteros de las principales ligas europeas.

Además de los números de goles, las estadísticas sobre su creación de ocasiones también son limitadas. Con solo 13 asistencias y ocasiones creadas en LaLiga, Mbappé se ve superado por otros jugadores del Madrid y la competencia directa como Raphinha y Vinícius. El exjugador del PSG ha demostrado su capacidad para desbordar y avanzar con el balón, pero su influencia en el juego colectivo sigue siendo inconsistente.

El trabajo sin balón de Mbappé también ha sido motivo de críticas. En defensa, sus estadísticas son alarmantemente bajas, con solo tres duelos aéreos ganados y una intervención defensiva mínima. Su falta de presión y sacrificio en los momentos sin balón ha aumentado las dudas sobre su integración al modelo de juego de Ancelotti, quien ha tenido que recurrir a ajustes tácticos para incluirlo, como el cambio de posición de Mbappé al lado izquierdo del ataque, con el objetivo de aprovechar su frescura y dar descanso a Vinícius.

A pesar de estas críticas, Mbappé sigue siendo un jugador clave para el Madrid. Su gol en la victoria ante Leganés y la necesidad de brillar en los próximos partidos, especialmente contra el Liverpool en la Champions, podrían ser decisivos para demostrar que su bajo nivel de inicio de temporada es solo una anomalía. Sin embargo, la presión sobre el francés para responder a las expectativas es cada vez mayor.