El mediocentro mexicano Andre Bayardo, quien destacó en equipos como Tecos y Club Oro, dejará la Tercera División de México para unirse en enero de 2025 a las fuerzas básicas del Rayo Vallecano en Madrid, España. Lo que comenzó como una visoría en Guadalajara terminó abriendo las puertas hacia el fútbol europeo, gracias a una serie de eventos inesperados.

Bayardo, entonces jugador de la Professional Soccer Academy, relata cómo la oportunidad surgió por casualidad: “No pensaba ir a la visoría porque tenía partido el sábado, pero esa semana jugamos el viernes. Al final pude asistir, aunque con dudas, porque no es común que un equipo europeo venga a México”.

La experiencia fue única desde el inicio. La visoría incluyó entrenamientos estructurados y un partido final, con la participación del director de Fichajes Internacionales y un técnico de categorías inferiores del club. Tras impresionar en las pruebas, recibió un correo invitándolo a un periodo de prueba en Madrid en septiembre. Su desempeño en los entrenamientos y su adaptación como mediocentro convencieron al club de ficharlo.

“Había empezado como defensa, pero les pedí que me probaran en el mediocampo, mi posición natural. Ahí comenzaron a verme mejor”, explicó Bayardo. Una semana antes de regresar a México, le confirmaron que sería parte del equipo, iniciando los trámites para su visado.

Resiliencia frente a las adversidades

Aunque la oportunidad parece haber llegado rápido, el camino de Bayardo estuvo lleno de desafíos. Desde intentos fallidos en visorías con equipos de la Liga MX hasta desaires de su club favorito, Atlas, el joven de 20 años enfrentó múltiples rechazos.

Además, en 2022 sufrió una lesión que coincidió con el fallecimiento de su abuelo, una figura clave en su vida. Esto le provocó un fuerte declive emocional que casi lo llevó a abandonar el fútbol. “Estaba harto, pero mis padres me impulsaron a seguir. Si no fuera por ellos, no estaría aquí”, confesó.

Hoy, con su incorporación al Rayo Vallecano, Andre Bayardo se prepara para escribir un nuevo capítulo en su carrera, demostrando que la perseverancia y el apoyo familiar pueden superar cualquier obstáculo.