Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

Bajo el mismo puente de Interceramic donde se refugian varios desplazados, se encuentra María Guadalupe Hernández, una joven de 19 años originaria de Aguascalientes, quien relata una historia desgarradora de violencia y búsqueda de justicia.

María llegó a Chihuahua siguiendo el rastro de sus amigos y su hermano, víctimas de un secuestro que, según relata con visible angustia, resultó en violaciones y la muerte de uno de ellos. “Vengo en busca de ellos”, expresa la joven, dejando entrever la desesperación en su voz.

En el campamento improvisado, la joven enfrenta las inclemencias del tiempo sin los recursos básicos necesarios. “Faltan cobijas, chamarras y comida”, menciona cuando se le pregunta sobre sus necesidades inmediatas. Las bajas temperaturas que azotan la capital chihuahuense hacen más difícil su situación.

Este testimonio revela otra faceta de la crisis de desplazamiento interno en México, donde la violencia obliga a personas jóvenes, a emprender peligrosos viajes en busca de respuestas y justicia. La presencia de María Guadalupe en estas condiciones precarias subraya la urgente necesidad de atención a las víctimas colaterales de la violencia que se ven forzadas a abandonar sus hogares.