Con Donald Trump a menos de una semana de despachar en la Casa Blanca y una economía más cerca de la recesión que del crecimiento, el Gobierno atrasa una designación clave en Banxico que inquieta cada vez más a los participantes del mercado.

Se trata del asiento de subgobernadora que dejó Irene Espinosa tras el fin de su mandato en diciembre. La presidenta Claudia Sheinbaum avisó que sería una mujer, sin embargo, a menos de un mes de la próxima reunión de la junta del banco central, no hay claridad sobre quién tomará este sitio.

El tema no es menor. Los frentes en la guerra inflacionaria son amplios en el horizonte y, si bien los precios al consumidor mantienen su tendencia a la baja, el ritmo sigue siendo lento, sin lograr perforar el nivel de 4% a lo largo del año pasado. En medio, una duda que persiste en el mercado es el perfil de la nueva subgobernadora.

Espinosa Castellano se caracterizaba por una visión más ortodoxa que en algunas opiniones era compartida por Jonathan Heath, mientras que del otro lado se conformaba un bloque más heterodoxo que ahora parece ganar terreno.

Algunos nombres han sonado, como el de Alejandrina Salcedo, que además tiene buena aceptación en el mercado y alguna sospecha causó su ausencia en el más reciente foro económico del ITAM.

Debe decirse: la demora de Claudia Sheinbaum para anunciar su propuesta, que luego debe avalar el Senado, no hace más que instalar en el mercado que en realidad el expresidente Andrés Manuel López Obrador podría tener algo que opinar al respecto y que por eso la actual demora.

Al interior del equipo económico se conoce también que el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, tiene al menos tres nombres para proponer, pero que estos de momento no han querido ser escuchados por la mandataria.

¿Inevitable una Recesión?
La ausencia de este anuncio no abona a un escenario de alta incertidumbre, a pesar de los últimos esfuerzos de Sheinbaum por mandar un mensaje de que existe confianza sobre México para invertir.

La realidad es que los analistas miran con recelo los proyectos de inversión por 227 mil millones de pesos presumidos dentro de la presentación del Plan México e incluso el más reciente proyecto anunciado esta mañana de Amazon. “Se hablan de estas inversiones y luego no se concretan”, dijeron este martes desde el IMEF.

Como ya lo dijo también Banamex en un reciente documento de análisis, en el mercado no cuadran las intenciones del gobierno actual de avanzar con la reforma, lo cual consideran es negativo para el crecimiento, ser fiscalmente responsable y crecer. Todo eso sin una reforma fiscal. “No cuadran los objetivos”, repiten expertos.

En la fotografía de la economía, lo que se observa es que la inversión se ha frenado desde 2023 y especialistas coinciden en que la mesura persistirá hasta tener más claridad sobre las acciones que tomará el gobierno de Donald Trump. El 20 de enero será un día clave.

Con la inversión en pausa, también ante la incertidumbre de las reformas internas, el empleo tuvo su peor diciembre y el propio gobierno prevé su reactivación hacia el segundo trimestre, cuando promete impulsar nuevos proyectos de inversión.

El sector automotriz tampoco está libre de las alertas. En 2024 esta industria celebró cifras récord en producción y exportación no vistas desde 20217, sin embargo, al revisar los datos con detalle, diciembre ofrece un panorama de cautela con una caída mensual de 36%, que podría anunciar debilidad.

Otros indicadores como la industria y el sector agropecuario, así como el de servicios, muestran señales claras de desaceleración que apuntan a que los pronósticos sean de una caída en el último trimestre del 2024 o, al menos, un crecimiento cercano al 0%.

También es clave que los especialistas están viendo un desacoplamiento entre la economía estadounidense y la mexicana, es decir, el crecimiento de Estados Unidos no arrastra a México. Carlos Capistrán, economista del Bank of America, sostiene que hay dos elementos que están desacelerando a México: la incertidumbre que está afectando a la inversión y la consolidación fiscal de México.

“Esta conexión aún existe, pero está débil. Los mecanismos por los que la economía de Estados Unidos apoya a México, suele estar relacionada con la manufactura, que en ese país viene a la baja”, opinó por su parte Marco Oviedo, Economista y Estratega Senior para América Latina en XP Investments.

Vale recordar que el gobierno mexicano afianza parte de sus expectativas del crecimiento para este año en que Estados Unidos seguirá creciendo y el impacto que tendrá para el país.

Desde el IMEF afirman que no hay señales claras de una recesión -pues esta requiere tres trimestres a la baja, caídas profundas y de larga duración-, aunque sí de una clara desaceleración, que dependerá de los mensajes que en menos de una semana se emitan desde Washington y la capacidad de respuesta desde Palacio Nacional.