En su primer discurso como presidente de Estados Unidos, Donald Trump anunció la declaración de una emergencia nacional en la frontera con México y la designación de los cárteles como organizaciones terroristas.

Estas acciones se llevarán a cabo mediante la firma de órdenes ejecutivas históricas para la “restauración completa de Estados Unidos y la revolución del sentido común”.

Trump declaró que primero se anunciará una emergencia nacional en la frontera sur y se restaurará la política de “Quédate en México”.

Además, designará a los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras. También reveló que pronto cambiará el nombre del Golfo de México por el de Golfo de América.

Como comandante en jefe, Trump prometió defender a Estados Unidos de enemigos extranjeros “a un nivel nunca antes visto” y afirmó que “la era dorada de Estados Unidos comienza en este instante”. Tras la juramentación, aseguró que bajo su mando, Estados Unidos florecerá y será respetado, convirtiéndose en la envidia a nivel internacional. Destacó que no permitirán que se aprovechen de ellos nunca más y que pondrá a Estados Unidos primero.

El presidente convocó a recuperar la soberanía, restaurar la seguridad y equilibrar la justicia. Su prioridad será crear una nación orgullosa, próspera y libre, y aseguró que Estados Unidos pronto será más grande, más fuerte y más excepcional que nunca antes. Trump criticó al gobierno anterior por no poder manejar ninguna crisis y dejar desprotegidos a sus ciudadanos, permitiendo el ingreso de presuntos delincuentes.

Trump lamentó las consecuencias del huracán Helene y los recientes incendios en Los Ángeles, California, y expuso que el sistema de salud público actual no cumple en tiempos de desastre, a pesar de los grandes recursos que recibe. Prometió que todo esto cambiará rápidamente y que la decadencia de Estados Unidos ha terminado.

Declarará una emergencia nacional de energía para tener la mayor cantidad de petróleo y gas, lo que disminuirá los precios a nivel nacional. Anunció también que terminará con las políticas verdes y el impulso a los autos eléctricos para que Estados Unidos vuelva a ser un país de manufactura de vehículos de gasolina.