Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

En vísperas del Día del Amor y la Amistad, encontramos en la Plaza de Armas de Chihuahua a Braulia y Benjamín, un matrimonio que encarna la esencia del amor duradero con sus 35 años de vida compartida. Su historia comenzó en un baile de quinceañera en el Rancho La Casita, cerca de Satebó, cuando él tenía 25 años y ella 23.

“Desde ese baile ya no nos separamos”, comentan entre sonrisas mientras recuerdan aquel momento que marcó el inicio de su vida juntos. Su unión se formalizó en la Iglesia de la Virgen de Guadalupe de su comunidad, donde celebraron una gran fiesta que aún guardan en su memoria.

La pareja, dedicada a la agricultura en su rancho ubicado a una hora de la capital por la carretera Parra, ha construido una familia sólida con dos hijos, quienes ya les han dado cuatro nietos. A diferencia de muchos, no cuentan con una pensión formal: “Somos rancheros, hay que trabajar hasta el final”, comparten con orgullo.

“Gracias a Dios nos hemos llevado muy bien”, afirman al reflexionar sobre sus más de tres décadas juntos, destacando que aunque han enfrentado desafíos, siempre han sabido resolverlos. Su testimonio es un recordatorio de que el amor, cuando es verdadero, puede superar cualquier obstáculo y mantenerse fuerte con el paso del tiempo.