América impone su jerarquía y destroza a Pumas en el Clásico Capitalino
Las Águilas demostraron su superioridad al vencer con autoridad a unos Pumas inofensivos en un Clásico Capitalino que desde el inicio se inclinó del lado azulcrema. La diferencia entre ambos equipos quedó en evidencia no solo en la cancha, sino también en el banquillo, donde André Jardine anuló por completo el planteamiento de Gustavo Lema.
Desde el primer minuto, América dominó sin complicaciones, aprovechando los errores de su rival. El primer gol llegó tras una falla de Álex Padilla, quien no cortó un centro y permitió que Israel Reyes rematara sin oposición. Pumas, con pocas ideas, sufrió aún más con la expulsión de Piero Quispe, una decisión polémica que dejó al equipo con un hombre menos desde la primera mitad. En la segunda parte, un inteligente movimiento de Henry Martín dejó a Álvaro Fidalgo con el espacio suficiente para sentenciar el partido con un certero disparo al poste lejano.
Para la afición auriazul que exige la salida de Gustavo Lema, la derrota pudo justificarse por las bajas por lesión, el error de su arquero y la rigurosa expulsión, sin embargo, el pobre planteamiento del estratega y la falta de profundidad ofensiva evidenciaron el mal momento del equipo. Ignacio Pussetto, con un disparo al poste, fue el único que generó peligro.
A pesar de su error, Padilla evitó una goleada más humillante con varias atajadas clave. Sin embargo, su debut se dio en el partido de mayor presión para los Pumas, lo que dejó una sensación agridulce en la afición.
La diferencia entre ambos equipos se reflejó también en la profundidad de la plantilla. A pesar de la ausencia de Sebastián Cáceres y Jona Dos Santos, América no resintió las bajas gracias a su equipo bien estructurado. Cada cambio realizado por Jardine mantuvo el nivel, algo que pocos clubes pueden presumir.
Con esta victoria, América se consolida como sublíder del torneo, solo por debajo de León, y llegará con buen ritmo a su próximo duelo ante Toluca. Pumas, por su parte, sigue en picada y con pocas respuestas para cambiar su situación.
