Ah, la magia de la política. Promesas de campaña que se desvanecen más rápido que un helado en el desierto. AMLO prometió gasolina a $10 pesos, pero parece que la realidad tenía otros planes. Así que, en lugar de cumplir con esa promesa, la 4T y el sector gasolinero deciden establecer un tope al precio de la gasolina. ¡Qué ingenioso! Porque, claro, poner un límite al precio de la gasolina es casi lo mismo que reducirlo a $10 pesos, ¿verdad?

Es como si te prometieran un banquete de cinco estrellas y luego te dieran una galleta salada, pero te dijeran que es para evitar que te dé indigestión. ¡Qué considerados! Y mientras tanto, los ciudadanos siguen esperando que algún día las promesas se conviertan en realidad. Pero, bueno, al menos tenemos un tope, ¿no? Algo es algo, supongo.

El gobierno la 4T y el sector gasolinero han acordado establecer un tope al precio de la gasolina regular, asegurando que no supere los 24 pesos por litro. Esta medida forma parte de una estrategia integral para evitar impactos inflacionarios y proteger la economía de la población.

El documento titulado «Política Nacional para Promover la Estabilización del Precio de la Gasolina en Beneficio del Pueblo de México» subraya que el objetivo es mantener el compromiso del gobierno federal de no incrementar los precios de los energéticos ni de la canasta básica.

Víctor Rodríguez Padilla, director de Pemex, ha reafirmado que no habrá gasolinazos y que la producción petrolera se mantendrá en 1.8 millones de barriles diarios durante el sexenio de Claudia Sheinbaum.

El acuerdo también incluye el uso de apoyos fiscales a través del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para evitar aumentos abruptos en los precios de los combustibles. Además, se establece la obligación de los permisionarios de reportar diariamente los precios a la autoridad competente.

Es importante destacar que las estaciones en zonas fronterizas no estarán sujetas a este tope debido a su estructura de costos y estímulos fiscales especiales.