A lo largo de la historia de los Premios Oscar, los presentadores han utilizado el humor para entretener a la audiencia, pero en varias ocasiones sus bromas han generado controversia. Comentarios sobre la apariencia de los artistas, referencias a temas sensibles y chistes de dudoso gusto han provocado reacciones negativas tanto en la sala como en el público.

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Uno de los casos más recientes ocurrió en los Oscar 2024, cuando Jimmy Kimmel hizo un comentario sobre la película Poor Things, protagonizada por Emma Stone. Al presentar un montaje con escenas de la cinta, el comediante bromeó diciendo que eran “todas las partes que podían mostrar en televisión”, en referencia a su contenido. La actriz no ocultó su incomodidad y su reacción fue ampliamente comentada en redes.

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Otro ejemplo ocurrió en 2015, cuando Neil Patrick Harris ironizó sobre la falta de diversidad en Hollywood con la frase: “Esta noche honramos a lo mejor y lo más blanco de la industria. Perdón, lo más brillante”. Aunque la intención era crítica, algunos consideraron que minimizaba el problema. A lo largo de los años, estas bromas han demostrado que el humor en los Oscar puede ser un arma de doble filo, generando tanto risas como polémicas.