Gabriela Jiménez: Tensiones y Estrategias en la 4T
Las tensiones internas en Morena se intensifican con el papel de Gabriela Jiménez, vicecoordinadora del grupo parlamentario oficialista en San Lázaro. Sus intentos de negociar con el PRI y el PAN para modificar la ley antinepotismo, así como su movimiento político paralelo, han generado un fuerte malestar en el partido guinda, poniendo en jaque su posición dentro de la 4T.
En un esfuerzo por modificar los cambios hechos por el Senado a la ley antinepotismo, Jiménez buscó apoyo de los partidos opositores para adelantar la prohibición de candidaturas de familiares al 2027 en lugar del 2030. Sin embargo, la estrategia no tuvo éxito, y la 4T no logró revertir las disposiciones. Esto provocó críticas internas, al considerar que la legisladora sobrepasó los límites partidarios.
Además, la diputada enfrenta un proceso sancionatorio por los trámites legales que ella y su esposo, Edgar Garza, iniciaron para convertir su movimiento “Que Siga la Democracia” en un partido político paralelo, algo que contraviene los estatutos de Morena. Este escenario ha llevado a sectores del partido a buscar “encapsular” a Jiménez, limitando su influencia tanto en la Cámara de Diputados como en el partido.
Según fuentes cercanas, Jiménez intentaba congraciarse con la presidenta Claudia Sheinbaum, quien criticó los cambios del Senado a su reforma electoral. Sin embargo, esta estrategia no solo no logró su objetivo, sino que renovó el malestar hacia la diputada dentro del partido.
Conclusión: La figura de Gabriela Jiménez se encuentra en el centro de una tormenta política que refleja las tensiones internas de Morena. Mientras algunos sectores buscan reducir su influencia, la diputada enfrenta el desafío de recuperar su posición en un partido que no ve con buenos ojos sus recientes movimientos. Las próximas decisiones serán cruciales para definir su futuro político y el equilibrio interno de la 4T.