El conflicto entre Ucrania y Rusia sigue siendo un tema central en la política internacional. Mientras Ucrania acepta la propuesta de un alto el fuego inmediato de 30 días impulsada por Estados Unidos, el presidente ruso, Vladímir Putin, plantea condiciones que complican el avance hacia la paz.
El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andrí Sibiga, declaró este viernes que Ucrania está dispuesta a cesar las hostilidades de manera inmediata, pero acusó a Putin de querer prolongar la guerra al imponer requisitos previos. Entre las demandas del mandatario ruso se encuentra el cese del envío de armamento a Kiev y la retirada de soldados ucranianos de la región rusa de Kursk.

El acuerdo, alcanzado el martes en Arabia Saudí entre altos funcionarios estadounidenses y ucranianos, busca detener los combates y abrir la puerta a negociaciones para poner fin a un conflicto que ya supera los tres años. Sin embargo, Putin, aunque expresó su apoyo a la idea de un alto el fuego, insistió en la necesidad de discutir ciertos puntos con Estados Unidos y otros aliados.

Por su parte, el expresidente estadounidense Donald Trump, quien ha estado involucrado en las conversaciones, se mostró optimista pero cauteloso, afirmando que “no significa nada hasta que sepamos cuál es el resultado final”. La comunidad internacional observa con atención, mientras las tensiones persisten.
La propuesta de alto el fuego representa una oportunidad para aliviar el sufrimiento causado por la guerra, pero las condiciones impuestas por Rusia generan incertidumbre sobre su viabilidad. Mientras tanto, Ucrania reafirma su compromiso con la paz, dejando en manos de Rusia la decisión de avanzar hacia una solución pacífica.