Search for:

“Estado eléctrico”: robots, exilio y una heroína en ascenso

Netflix ha lanzado Estado eléctrico, una producción dirigida por los hermanos Russo, conocida por su trabajo en Avengers: Endgame. Con un presupuesto de 320 millones de dólares, la película busca consolidar a la plataforma como líder en el mercado de streaming, desafiando el modelo tradicional de las superproducciones cinematográficas. Estrenada el 14 de marzo, la película busca ser mucho más que una simple historia visual, ya que explora los dilemas humanos en un contexto retrofuturista, destacándose por sus ambiciosos efectos visuales y un elenco repleto de estrellas, incluyendo a Millie Bobby Brown y Chris Pratt.

También te puede interesar: Prime Video revive el caso Barreda en una nueva película

Ambientada en una versión alterna y retrofuturista de los años 90, Estado eléctrico sigue a Michelle, una joven huérfana interpretada por Millie Bobby Brown, quien atraviesa un devastador paisaje en busca de su hermano. A lo largo de su viaje, se enfrenta a la sociedad dividida por la exiliación de los robots, quienes alguna vez coexistieron pacíficamente con los humanos. Michelle cuenta con la compañía de Cosmo, un robot que parece tener una conexión especial con su hermano, y Keats, un contrabandista que, interpretado por Chris Pratt, se convierte en su inesperado aliado.

También te puede interesar: Lady Gaga y su regreso al pop: un renacer musical y personal

La película destaca no solo por su narrativa de ciencia ficción, sino también por su tratamiento de temas profundamente humanos como la soledad, la orfandad y la búsqueda de la verdad. La historia toma un giro inesperado cuando Michelle descubre que Cosmo está vinculado con su hermano, lo que la impulsa a adentrarse en una zona de exclusión robótica, donde los robots exiliados han formado su propio refugio. A lo largo de esta travesía, Michelle y Keats desentrañan los oscuros secretos que se esconden tras la desaparición de Christopher, mientras la protagonista se enfrenta a un mundo devastado por la guerra y la evasión de la realidad.