En un esfuerzo por reforzar la seguridad fronteriza, Estados Unidos anunció la construcción de 11.26 kilómetros adicionales de muro en la frontera con México. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, compartió un video desde Arizona, destacando que esta medida busca “hacer que Estados Unidos vuelva a ser seguro”. Este proyecto forma parte de las políticas migratorias del presidente Donald Trump, quien afirmó que el cruce irregular de inmigrantes ha disminuido un 99% desde el inicio de su mandato en enero de este año.

Además, Trump invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para acelerar las deportaciones masivas de miembros del Tren de Aragua, una banda criminal transnacional. Esta ley, utilizada históricamente en tiempos de guerra, permite deportaciones sin audiencia. Aunque un juez federal bloqueó temporalmente su aplicación, 250 presuntos integrantes de esta organización ya fueron trasladados a El Salvador, donde el presidente Nayib Bukele se comprometió a encarcelarlos.

Estas acciones reflejan un endurecimiento de las políticas migratorias y de seguridad en Estados Unidos, generando tanto apoyo como críticas por sus implicaciones legales y humanitarias.