Madre e hija mantienen viva la tradición de la costura en Chihuahua
Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce
En el corazón del Barrio de Londres, entre calles que aún conservan su esencia tradicional, sobrevive una de las pocas sastrerías de vecindad que quedan en Chihuahua. Se trata del taller de Tania García y su madre Bertalicia, quienes desde hace 11 años ofrecen servicios de costura en un local ubicado en la calle 31, número 33.
“Antes había una sastrería en cada esquina, pero ahora somos contados los que seguimos”, comentó Tania mientras ajustaba el dobladillo de un pantalón. Su negocio, que opera de lunes a sábado de 8:00 a 14:00 horas (y por las tardes con cita), se ha convertido en un refugio para quienes buscan reparar prendas con un toque artesanal.


Entre máquinas de coser, hilos de colores y pilas de ropa, madre e hijo atienden desde cambios de cierres en chamarras hasta modificaciones de vestidos, bastillas, cortinas e incluso sábanas. “Es un arte. No cualquiera tiene la paciencia para esto”, agregó Bertalicia, quien destacó que, pese a la era de la moda rápida, aún hay clientes que valoran la precisión manual.
Con teléfono en mano (614-576-3075), Tania explica que la clave de su permanencia es la versatilidad: “Aquí no hay trabajo pequeño. Desde un botón perdido hasta un ajuste complejo, todo se hace con cuidado”. Mientras mostraba un vestido en proceso de remodelación, recordó cómo el oficio pasó de ser una necesidad común a un servicio casi exclusivo.
Aunque reconocen que el gremio mengua, su taller sigue siendo un punto de encuentro para vecinos que prefieren arreglar antes que desechar. “No somos un negocio, somos parte de la comunidad”, concluyó Tania, mientras guardaba un hilo rojo, listo para la siguiente reparación.

