Chihuahua vibra con la Feria de la Inclusión: arte, deporte y salud en la Plaza de Armas
Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce
Bajo un cielo despejado y con el bullicio característico de la Plaza de Armas, arrancó este martes la Feria de la Inclusión, un evento que fusionó color, movimiento y conciencia social frente a la Presidencia Municipal. Desde las 10:00 horas, decenas de familias, estudiantes y funcionarios se congregaron para celebrar la diversidad a través del deporte adaptado, el arte y la salud preventiva.
El evento abrió con una explosión de energía: jóvenes con síndrome de Down protagonizaron una coreografía llena de sonrisas y sincronía, seguidos por el grupo Adultos Rosas, quienes electrizaron al público con una versión vibrante del clásico Mambo Número 5. Mientras tanto, en stands dispuestos alrededor de la plaza, el Instituto Municipal de Atención y Prevención a la Salud (IMAPS) invitó a funcionarios y asistentes a experimentar dinámicas sensoriales, como la escritura en braille y partidos de basquetbol adaptado, donde participantes con y sin discapacidad compartieron cancha.




La Subdirección de Deporte Adaptado e Inclusión marcó presencia con circuitos de obstáculos, canastas ajustables y actividades diseñadas para estimular la motricidad. Estudiantes de los Centros de Atención Múltiple (CAM) se sumaron a los retos, acompañados por docentes y voluntarios. “Queremos demostrar que el deporte no tiene límites”.
El arte también tuvo su espacio: alumnos de la Escuela Normal Superior del Estado dirigieron talleres de pintura y dibujo, donde niños y adultos plasmaron sus visiones de inclusión en murales colectivos. A unos metros, personal médico ofreció tamizajes gratuitos para detectar riesgos de diabetes e hipertensión, dos de las principales amenazas a la salud en la región.
Entre risas y aplausos, la feria no solo destacó por sus actividades, sino por su simbolismo: demostró que la inclusión no es un discurso abstracto, sino una práctica tangible. Autoridades municipales reiteraron su compromiso de replicar estos espacios periódicamente, mientras organizaciones civiles aprovecharon para visibilizar programas de apoyo a personas neurodivergentes.







