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Semáforo Fantasma: Vialidad ignoran videos que prueban peligro en la Av. Ocampo frente a la clínica 33

Mientras los automovilistas ignoran impunemente el semáforo peatonal de la avenida Ocampo, frente a la Clínica 33 del IMSS, la Dirección de Tránsito y Vialidad de Chihuahua mantiene un silencio cómplice que raya en el desprecio por la vida de los ciudadanos. A pesar de las múltiples denuncias ciudadanas y evidencias en video que documentan cómo conductores se pasan el alto en rojo poniendo en riesgo a pacientes, adultos mayores y familias que acuden a consultas médicas, las autoridades estatales insisten en relegar la seguridad vial al último lugar de sus prioridades.

Desde hace más de dos años, se ha alertado sobre el caos en este cruce, uno de los más transitados de la zona. Videos recientes muestran a autos acelerando incluso cuando el semáforo peatonal está en rojo, mientras otros frenan de manera abrupta sobre las franjas peatonales, a centímetros de atropellar a quienes caminan con bastones, muletas o carriolas. “Es una ruleta rusa: no sabes si el que viene detrás frenará o te llevará por delante”, denunció María López, quien acompaña a su madre a la clínica.

Pese a la gravedad, ni la Dirección de Transito y Vialidad ni el gobierno estatal han instalado cámaras de vigilancia, reforzado operativos o implementado señalización preventiva con reductores de velocidad. Tampoco hay campañas de concientización para conductores. La inacción contrasta con el discurso oficial de “Chihuahua Seguro”, que hoy parece una burla para quienes arriesgan su vida solo por cruzar la calle.

La pregunta resuena entre los ciudadanos: ¿Esperarán a que ocurra una tragedia para actuar?. La Ley de Movilidad del Estado obliga a garantizar entornos seguros para peatones, pero la Dirección de Transito y Vialidad a cargo de Cesar Komaba incumple sistemáticamente este mandato. “Es indignante. Reportamos esto cada mes, y solo nos dicen ‘está en revisión’”, señaló otro transeúnte quien visita regularmente la clínica.

Mientras tanto, la impunidad campa en la Av. Ocampo. Conductores transgreden el alto sin temor a multas pues no hay agentes supervisando el área, y el mensaje es claro: en Chihuahua, las normas viales son solo sugerencias.

La falta de respuesta no solo refleja incompetencia, sino desdén por la ciudadanía. Cada omisión de la Dirección de Transito y Vialidad es un recordatorio de que, para las autoridades, la vida de los peatones vale menos que el esfuerzo de implementar soluciones.

Hoy, mientras el semáforo sigue siendo un adorno ignorado, la pregunta obligada es: ¿Cuántas denuncias más necesita el gobierno para dejar de mirar hacia otro lado? O, peor aún, ¿se deberá esperar a que una tragedia pase para actuar y hacer su trabajo?