El príncipe William ha tomado una decisión que ha causado gran impacto en el entorno real: ha optado por ser representado legalmente por la firma Mishcon de Reya, la misma que defendió a la princesa Diana durante su divorcio del entonces príncipe Carlos en 1996. Este inesperado cambio marca una ruptura con la costumbre de recurrir a Harbottle & Lewis, la firma legal de confianza de la Familia Real durante décadas.

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De acuerdo con medios británicos, el príncipe de Gales ha elegido esta vía para “ser él mismo” y forjar su propio camino, alejándose de la influencia legal de su padre. La firma elegida por William es reconocida por su vicepresidente, Anthony Julius, quien representó a Diana durante uno de los capítulos más mediáticos de la monarquía británica.

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La decisión no ha pasado desapercibida entre los círculos legales del Reino Unido. Fuentes cercanas aseguran que en Harbottle & Lewis hay decepción, ya que uno de sus socios, Gerrard Tyrrell, es considerado uno de los asesores más leales al actual rey Carlos III. A pesar de esto, la jugada de William parece reafirmar su intención de marcar una diferencia generacional y personal, al mismo tiempo que rinde un sutil homenaje al legado de su madre.