Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

Bajo el sol matutino que ilumina la Catedral Metropolitana, Natalia Burciaga, compartió con 880noticias.com los detalles de su recuperación tras una fractura en la tibia derecha, intervenida quirúrgicamente el 15 de marzo. Acompañada por su mamá Elizabeth Sánchez, quien la apoyó durante el proceso, Burciaga celebró este martes sus primeros pasos sin yeso, marcando un hito en su camino hacia la plena movilidad.

La fractura, resultado de un accidente, requirió la colocación de una placa metálica y dos semanas de inmovilización con yeso. Los médicos recomendaron el uso temporal de un andador, Natalia optó por un enfoque autónomo: “Quise sentir cada avance por mí misma, sin apoyos. Duele, pero cada paso es una victoria”, confesó mientras caminaba con lentitud pero firmeza por el centro histórico ayudándose de un andador adaptado.

A un mes de la cirugía, la retirada del yeso le permitió iniciar ejercicios de rehabilitación. Sin embargo, advierte que el proceso completo podría extenderse hasta seis meses: “No es solo sanar el hueso, es recuperar la seguridad al caminar”, explicó.

Elizabeth Sánchez, su compañera durante la recuperación, destacó el desafío emocional: “Acompañarla me enseñó que la fortaleza mental es clave. Hay días de frustración, pero verla avanzar sin rendirse es inspirador”. Natalia, por su parte, enfatizó el valor de seguir las indicaciones médicas y aceptar ayuda: “A veces creemos que pedir apoyo nos hace débiles, pero es al revés: nos permite enfocarnos en sanar”.

Con su testimonio, Burciaga busca motivar a otros en situaciones similares: “Si hoy puedo caminar aquí, es porque creí en mi recuperación. Aunque sea lento, cada esfuerzo suma”, afirmó, mientras avanzaba con cuidado frente a la catedral, símbolo de su resiliencia.

Su historia no solo refleja la superación física, sino la importancia de las redes de apoyo y la paciencia ante procesos médicos largos. “Valorar algo tan simple como caminar sin dolor cambia tu perspectiva de la vida”, concluyó.