Un convoy de presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) recorrió las calles de Huajúmbaro, en Ciudad Hidalgo, Michoacán, durante las celebraciones de Semana Santa. Los hombres, encapuchados y portando chalecos con las siglas del CJNG, desfilaron en camionetas mientras los pobladores los recibían con porras, música de banda y botellas de alcohol.

El evento, que ocurrió en el contexto del Sábado de Gloria, generó críticas en redes sociales debido a la presencia de individuos armados y la interacción festiva con los habitantes. Algunos usuarios destacaron la influencia del crimen organizado en comunidades rurales y la normalización de la narcocultura en ciertas regiones.

Aunque no se reportaron incidentes violentos durante la jornada, la falta de declaraciones oficiales por parte de las autoridades locales ha generado inquietud. Este tipo de eventos refleja la compleja realidad de algunas regiones de México, donde la ausencia del Estado y la falta de oportunidades económicas contribuyen al asentamiento de grupos criminales.

La pregunta es: ¿fue este un desfile de celebración o una muestra de intimidación? La respuesta solo la conocen los involucrados. Lo que es seguro es que este tipo de eventos no contribuyen a La Paz y la seguridad que los ciudadanos merecen.