La inactividad previa a la Liguilla es vista como una bendición en Coapa. El Club América, ya clasificado directamente a los cuartos de final del Clausura 2025, aprovechará este periodo sin competencia oficial para recuperar a sus lesionados y afinar su preparación física y táctica, con la mirada puesta en el vencedor del duelo entre Rayados y Pachuca.

Desde el pasado 19 de abril, las Águilas entraron en una etapa de reposo competitivo que se extenderá hasta el 7 de mayo. En ese lapso, el equipo tendrá unos días de descanso, activará su plan de rehabilitación y contempla realizar un partido amistoso a puerta cerrada para no perder ritmo.

Entre las prioridades médicas destaca la situación de Henry Martín, quien regresará esta semana a los entrenamientos y, con al menos diez días de trabajo, estaría listo para el juego de ida. En tanto, Diego Valdés, con una lesión muscular leve, tiene altas probabilidades de llegar a tiempo, siempre y cuando no surjan complicaciones.

El panorama es más incierto para Brian Rodríguez, cuya lesión requerirá al menos tres semanas de recuperación, lo que pone en duda su presencia en la fase de cuartos. Situación similar enfrenta el arquero Luis Ángel Malagón, quien padece un esguince de tobillo y se encuentra en rehabilitación. Aunque ajustado, su regreso no está descartado.

Jonathan dos Santos es uno de los casos más delicados. Una recaída en su lesión de rodilla lo deja en duda seria para la Liguilla, y su evolución será manejada con extrema precaución por el cuerpo médico del club. Por otro lado, Alan Cervantes se encuentra en la fase final de recuperación y apunta a estar entre los convocados, al igual que Néstor Araujo, quien no participó ante Mazatlán por simple desgaste físico.

Con el objetivo claro y la plantilla en camino a la recuperación total, América quiere llegar a la “fiesta grande” con su arsenal completo. La pausa por el Play In no solo les dio tiempo, les dio esperanza.