Macaulay Culkin, reconocido mundialmente por su papel protagónico en Mi pobre angelito, volvió a hablar abiertamente sobre su tensa y dolorosa relación con su padre, Christopher Kit Culkin. En una entrevista reciente, el actor reveló que no han tenido contacto desde hace más de 30 años y que no tiene intención alguna de reanudar la comunicación. Esta distancia se debe a los constantes abusos físicos y emocionales que sufrió durante su infancia, cuando su padre no solo ejercía control sobre su carrera, sino también sobre su vida personal.

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Durante su participación en el pódcast Sibling Revelry, conducido por Kate y Oliver Hudson, Macaulay detalló cómo su padre vivía frustrado por no haber triunfado en el mundo del espectáculo, lo que se traducía en resentimiento hacia él, quien alcanzó una fama temprana y abrumadora. “Nunca pasó de ser parte del coro en Broadway, y me veía con rencor”, confesó. Esta dinámica familiar afectó a todos los hermanos Culkin, al grado de que hoy ninguno mantiene relación alguna con Kit, incluyendo sus propios nietos.

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La situación fue tan crítica que, tras el divorcio de sus padres, Macaulay se negó rotundamente a continuar las visitas obligadas con su progenitor, incluso si eso implicaba ir en contra de la orden judicial. “Reto al juez a arrestar al niño más famoso del mundo”, dijo. Con la ayuda de un abogado, logró tomar control de su fortuna y cortar definitivamente los lazos con su padre. Desde entonces, el actor ha reconstruido su vida lejos de los reflectores, formando una familia con la actriz Brenda Song y concentrándose en su bienestar personal, dejando atrás una infancia marcada por el abuso y el control.