Toluca no solo lideró el Clausura 2025 con autoridad, también lo hizo con un espíritu de familia que ha sido el motor emocional del equipo. Bajo la dirección de Antonio Mohamed, el ‘Turco’, los Diablos Rojos han formado un grupo unido dentro y fuera del campo, consolidándose como un verdadero candidato al título y el principal obstáculo en el camino del América hacia el tetracampeonato.

Al inicio del torneo, el equipo no mostraba cohesión ni resultados, pero Mohamed supo revertir la situación. Organizó dinámicas internas, promovió la convivencia y reforzó el sentido de pertenencia. El resultado: un liderato indiscutible, la mejor ofensiva del torneo con 41 goles y un Paulinho bicampeón de goleo con 12 anotaciones. Más allá de las cifras, Toluca ha construido algo más profundo: una conexión emocional que se refleja en cada partido y cada celebración.

Jugadores como Jesús Angulo, Alexis Vega, Héctor Herrera y Federico Pereira son parte de una estructura donde todos corren, todos se apoyan y todos cantan juntos los cánticos del club, tanto en casa como en los viajes. La sinergia entre plantel, cuerpo técnico y afición ha sido evidente, y es este lazo humano el que hace soñar al vestidor con la corona.

“El grupo es una familia. Eso es lo que nos puede llevar al campeonato”, aseguró el ‘Canelo’ Angulo. Su testimonio refleja el ambiente de confianza y hermandad que se vive en el club. Toluca ha aprendido de torneos pasados donde no logró consolidar su buen plantel con títulos. Esta vez, sin embargo, hay una motivación diferente: el deseo compartido de hacer historia.

En ese camino está América, rival recurrente y ahora en busca de un inédito tetracampeonato. “Algunos partidos serán una revancha”, advierte Angulo, consciente de que para alcanzar la gloria deberán superar a los gigantes. Pero Toluca se siente preparado. La afición los respalda incondicionalmente, y los jugadores lo retribuyen celebrando con ellos cada victoria.

En la mente del grupo no hay otro objetivo: ser campeones. Y para lograrlo, su mejor arma no es solo el talento, sino la fuerza de una palabra que lo resume todo: familia.