El Bayern Múnich celebró un nuevo campeonato de Bundesliga con una victoria por 2-0 sobre el Borussia Mönchengladbach, en un encuentro marcado por la emotiva despedida de Thomas Müller, ícono del club bávaro, quien jugó su último partido en el Allianz Arena tras 25 años de trayectoria en la institución.

Aunque el duelo no tenía implicaciones deportivas de peso, fue una tarde cargada de simbolismo. Müller, quien ascendió desde las fuerzas básicas hasta convertirse en una leyenda del club, recibió un homenaje especial por parte de la afición y la directiva. Una coreografía en su honor en las gradas y múltiples gestos de reconocimiento destacaron la figura del jugador con más títulos en la historia del fútbol alemán.

El Bayern se mostró dominante desde el arranque, con posesión y control del ritmo. El primer tanto llegó al minuto 30 gracias a una intervención de Harry Kane, quien desvió de cabeza un disparo de Michael Olise para batir al arquero Jonas Omlin. Ya en el segundo tiempo, los bávaros sellaron el marcador en un partido que sirvió como celebración y despedida.

Como es tradición en Múnich, el último partido en casa de la temporada incluyó actos simbólicos de despedida. Además de Müller, se reconoció al defensor inglés Eric Dier, quien también abandona el club rumbo al Mónaco. Sin embargo, todas las miradas y emociones estuvieron puestas en Müller, cuya longevidad y lealtad al Bayern lo convirtieron en emblema de una era dorada.

Con esta victoria, el Bayern concluye la temporada con otro trofeo en sus vitrinas y rinde tributo a uno de los futbolistas más importantes en su historia moderna. Thomas Müller se marcha del Allianz Arena dejando una huella imborrable y una historia que será contada durante generaciones.