Carlo Ancelotti será el primer entrenador extranjero en la historia de la selección brasileña, según anunció oficialmente la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) este lunes. El técnico italiano asumirá el cargo el próximo 26 de mayo de 2025, una vez que finalice su vínculo con el Real Madrid, pese a que el club español aún no ha confirmado su salida.

El movimiento sorprendió al entorno madridista, que aún digiere una temporada decepcionante. El equipo blanco fue eliminado por el Arsenal en cuartos de final de la Champions League, perdió la final de la Copa del Rey ante el Barcelona, cayó en los cuatro Clásicos disputados, incluyendo una reciente derrota 4-3 en Montjuïc, y finalmente quedó sin opciones en LaLiga. Estos reveses aumentaron la presión sobre Ancelotti, quien había declarado su intención de cumplir su contrato hasta junio de 2026.

Pese a esas declaraciones, la CBF habría mantenido conversaciones con el técnico desde hace meses, y ESPN ya había adelantado que Brasil estaba dispuesta a esperar la resolución del campeonato español antes de formalizar su llegada. Con el desenlace del torneo próximo, y la necesidad de un seleccionador para los partidos clasificatorios rumbo al Mundial en junio, la entidad brasileña se adelantó al club merengue y oficializó su contratación.

Ancelotti dejará una huella indeleble en el Real Madrid. En dos etapas, acumuló un palmarés brillante con tres Champions League y dos títulos de Liga, consolidándose como uno de los entrenadores más exitosos de la historia blanca.

Mientras tanto, el Madrid trabaja en su futuro inmediato. Fuentes cercanas al club confirmaron a ESPN que se está negociando con Xabi Alonso, quien dejará el Bayer Leverkusen al término de la Bundesliga. El exjugador madridista y campeón con Ancelotti en 2014, es el favorito para dirigir al equipo en el próximo Mundial de Clubes, donde el Real debutará el 18 de junio ante Al Hilal en Miami.

La llegada de Ancelotti a Brasil marca un hito histórico para la “Canarinha”, que apuesta por un técnico extranjero por primera vez en su historia. Su experiencia, liderazgo y palmarés lo respaldan, pero también lo colocan ante un desafío inédito: devolverle la grandeza mundial a una selección exigente y sedienta de gloria.