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Razones por las que se pueden secar las puntas de las hojas de tus plantas

Si te estás preguntando el por qué las puntas de las hojas de algunas de tus plantas de interior se han secado, este artículo te ayudará a descubrirlo.

Inicialmente, tendemos a pensar que, si las plantas tienen esa tonalidad marrón en las puntas de sus hojas y una textura arrugada, es porque debe estar sufriendo el ataque de alguna plaga o de una enfermedad. Lo cierto es, que es un claro indicativo de que la planta está sufriendo estrés.

A continuación, te contamos las razones por las que tus plantas de interior pueden sufrir de estrés:

1. Falta de agua

Probablemente, sea la primera causa en la que uno piensa cuando se observa que las puntas de las hojas se encuentren secas.

Una misma planta puede necesitar distintas cantidades de riego en función de la estación en que nos encontremos. Por ejemplo, no es lo mismo el riego que necesite en invierno que en verano. Pero, que no tenga la humedad suficiente, no significa que no se le esté proporcionado la cantidad de riego adecuada.

A veces, son las propias raíces de las plantas las que no están absorbiendo el agua correctamente. Esto puede pasar, por ejemplo, cuando se utiliza un sustrato o una tierra con un drenaje demasiado rápido.

2. Exceso de agua

Si observas que el sustrato de tu planta está demasiado seco, no la riegues de forma excesiva y de manera drástica. Esa no será la forma más adecuada de hacerlo.

La forma adecuada en este tipo de casos es que lo hagas de una manera paulatina e ir observando cómo va reaccionando la planta, comprobando que no queda encharcada. Ya que el exceso de riego puede ser mucho más peligroso para las plantas que una falta de riego, pues se puede desembocar en una asfixia radicular.

3. Raíces saturadas

Regar y abonar las plantas son dos formas de cuidarlas. Sin ellas, las plantas no crecerían ni tampoco vivirían.

Sin embargo, no se le suele dar la misma importancia a los trasplantes. Temporada tras temporada, las plantas van desarrollándose y necesitando contenedores más amplios.

Puede llegar el momento en que las raíces estén tan saturadas que son incapaces de absorber adecuadamente el agua del riego ni el abono que se le proporciona.

A la hora de trasplantarla, puede que observes las raíces muy compactadas. En ese caso, será necesario realizar una poda de raíces reduciendo el cepellón y saneando toda la base.

4. Exceso de sol

Siempre se ha dicho que el sol es muy beneficioso para las plantas pero un exceso de luminosidad también puede afectar de forma negativa para ellas.

Si observas que la planta puede estar quemándose por el sol, prueba trasladarla a otra parte de la casa con una luz media y observa su evolución.

Las plantas transpiran a través de sus hojas y, durante este proceso, las hojas se enfrían previniendo el estrés causado por el calor. Es decir, en cuánto más cantidad haya de calor, más transpirará la hoja.

Para que puedan transpirar adecuadamente, necesitan tener agua suficiente para llevarla de las raíces a los tallos y también a las hojas. Si tienen una carencia de agua, será probable que estas últimas se acaben quemando.

5. Corrientes de aire

Muchas plantas sufren cuando se encuentran ubicadas en zonas de la casa con grandes corrientes de aire.

Si observas que tu planta está colocada en un espacio en el que circule mucho el aire, cámbiala a otro lugar.