Nueva York conmemora 142 años de la inauguración del Puente de Brooklyn
Hoy se cumplen 142 años de la inauguración del Puente de Brooklyn, una obra maestra de la ingeniería del siglo XIX que unió por primera vez los distritos de Manhattan y Brooklyn sobre el río Este. Desde su apertura el 24 de mayo de 1883, este ícono neoyorquino no solo transformó el paisaje urbano, sino que también se erigió como un testimonio de perseverancia humana y colaboración familiar.
El puente fue concebido por el ingeniero John Augustus Roebling, quien diseñó un proyecto revolucionario utilizando cables de acero, una innovación para la época. Sin embargo, Roebling falleció en 1869 tras un accidente durante los estudios preliminares, dejando el legado en manos de su hijo, Washington Roebling. Este último asumió la dirección, pero una enfermedad por descompresión producto del trabajo en los cajones subacuáticos lo dejó incapacitado. Fue entonces cuando Emily Warren Roebling, su esposa y sin formación en ingeniería, tomó las riendas del proyecto. Durante más de una década, Emily estudió los planos, supervisó las obras y actuó como enlace entre su marido y los obreros, consolidándose como una figura clave en la culminación del puente.
La ceremonia de apertura, presidida por el presidente Chester A. Arthur, atrajo a más de 150.000 personas, muchas de las cuales pagaron un centavo para cruzar la estructura. Para disipar los temores sobre su estabilidad, en 1884 el circo Barnum & Bailey organizó un espectáculo insólito: 21 elefantes caminaron sobre el puente, demostrando su solidez ante el público. Con una longitud de 1.834 metros y torres neogóticas de 84 metros de altura, el puente se convirtió en el más largo del mundo y en un modelo para futuras construcciones.
Más de un siglo después, el Puente de Brooklyn sigue siendo un eje vital para Nueva York. Diariamente, más de 100.000 vehículos y miles de peatones y ciclistas lo atraviesan, mientras su pasarela elevada ofrece vistas panorámicas del skyline de Manhattan y la Estatua de la Libertad. Declarado Monumento Histórico Nacional en 1964, su silueta iluminada por las noches continúa inspirando películas, libros y movimientos artísticos.
En el contexto de su 142° aniversario, organizaciones como la Comisión de Preservación de Monumentos Históricos destacan la importancia de mantener viva la memoria de Emily Roebling, cuya contribución desafió los roles de género en la ingeniería del siglo XIX. Mientras tanto, el Departamento de Transporte de Nueva York reitera su compromiso con la preservación de esta estructura, que en 2025 sigue siendo un símbolo de innovación y unidad urbana.
Hoy, el Puente de Brooklyn no solo conecta dos distritos: encarna la tenacidad, el progreso técnico y la capacidad humana para superar adversidades. Su historia, tejida con acero y determinación, sigue siendo un faro de inspiración global.
