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“Un solo sueldo no alcanza”: Edgar Omar busca segundo empleo para enfrentar crisis económica

Nota y fotos por: Silver Juárez Arce

Bajo el sol de la mañana en la Plaza de Armas, Edgar Omar González Lara de 28 años llenaba con determinación una solicitud de empleo en una banca del centro histórico. Aunque ya tiene un trabajo, la presión económica lo obliga a buscar un segundo empleo: “Un solo sueldo no alcanza. Hay que pagar renta, gastos… y todo está muy caro: el agua, la luz, la comida”, confesó a este medio mientras señalaba los precios inflados que golpean su economía familiar.

Con su hijo de seis años como principal motivación, Edgar inició hoy su búsqueda en un Cedis de barbacoa cercano. “Es mi primera solicitud”, explicó, aunque confía en las recomendaciones para acelerar el proceso. El horario le ofrece un respiro: su empleo actual es de miércoles a domingo por la tarde, mientras que el nuevo sería de lunes a domingo con un día de descanso rotativo. “Ojalá se haga. Así puedo sacar adelante a mi familia”, expresó con un hilo de esperanza.

Su testimonio refleja una realidad cruda en Chihuahua: “La crisis nos obliga a trabajar doble. Antes con un salario arreglabas; hoy ni de broma”. Edgar detalló cómo la inflación ha convertido gastos básicos en obstáculos insuperables, llevándolo incluso a limitar el tamaño de su familia: “Solo tengo un hijo precisamente por la situación económica”.

Mientras terminaba la solicitud, Edgar miraba hacia el kiosko de la plaza como símbolo de una lucha compartida. Según el último informe del INEGI, Chihuahua registra un 22% de trabajadores con empleos informales y un 35% de familias reportan ingresos insuficientes para cubrir la canasta básica, factores que explican la urgencia de casos como el suyo.

“Vamos a mandarla de una vez”, murmuró Edgar al despedirse, doblando la hoja con cuidado antes de dirigirse al establecimiento. Su historia, repetida en bancas, cafés y parques del centro, es un recordatorio de que la recuperación económica aún no toca puertas como la suya. Mientras la ciudad avanza, él y miles más libran una batalla silenciosa: hacer que dos trabajos sumen lo que uno ya no puede.