Luis Enrique: El cerebro tras la revolución del PSG
El nombre de Luis Enrique retumba hoy en la élite del fútbol mundial con la fuerza de quien ha transformado clubes históricos desde sus cimientos. Su reciente conquista de la Champions League con el Paris Saint-Germain en 2025 consagra una trayectoria forjada con carácter, rigor y evolución constante.
El exentrenador del FC Barcelona, donde también alzó la Champions en 2015, ha sido descrito como un técnico de convicciones firmes, liderazgo frontal y una capacidad única para imponer normas sin importar el nombre que lleve el jugador. Su firmeza se refleja en episodios como el castigo a Messi y Neymar por ausentarse de entrenamientos o el recordado gesto de dejar fuera de una convocatoria a Christian Tello por llegar tarde. Para Luis Enrique, la disciplina no es negociable.
Formado junto a Pep Guardiola, con quien comparte una amistad sólida pero diferencias futbolísticas notorias, el técnico asturiano ha sabido crear un estilo propio. Mientras Guardiola prioriza la posesión, Luis Enrique se inclina por el vértigo, la verticalidad y la intensidad. Su enfoque lo ha acercado más al estilo de entrenadores como Hansi Flick, aunque siempre manteniendo una dosis de control estratégico. Su capacidad de adaptación ha sido clave para reinventarse tras duras derrotas, como la eliminación con el Barça en Roma o el 4-0 ante el PSG de Emery que luego remontaría.
En París, ha dejado atrás la dependencia de figuras como Mbappé —a quien elogió al irse pero cuya salida le permitió reestructurar el equipo— y ha consolidado un grupo cohesionado, donde el vestuario lo respalda y la directiva le da libertad total. Achraf Hakimi lo resume así: “Es el que lo ha cambiado todo en el club”.
Pero su gen competitivo no se limita al campo. Su relación con la prensa ha sido históricamente tensa, marcada por la desconfianza y episodios de confrontación tanto como jugador como entrenador. Aun así, ha sabido blindar a sus jugadores de las críticas y proteger el entorno del equipo, incluso llegando a vetar a periodistas de los vuelos del PSG tras publicar imágenes privadas.
Hoy, Luis Enrique no solo ha hecho historia en París. Su próximo reto es el Mundial de Clubes, una oportunidad más para seguir moldeando su leyenda. Con casi dos décadas de carrera como entrenador, su ascenso hasta convertirse en el número uno no es casualidad: es el resultado de una ética inquebrantable, una visión clara y un liderazgo que convierte la presión en triunfo.