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Pemex: Entre el recorte y el rescate financiero

Los recientes enfrentamientos con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) han obligado al gobierno de Claudia Sheinbaum a recalcular sus estrategias de ajuste fiscal. Mientras el magisterio mantiene su plantón en el Zócalo Capitalino, el oficialismo ha optado por evitar un choque frontal con el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), lo que ha limitado la profundidad del recorte de personal en Petróleos Mexicanos (Pemex).

Un recorte con restricciones

Esta semana, la empresa dirigida por Víctor Ramírez anunció una reducción en sus estructuras administrativas, eliminando redundancias en diversas áreas. La medida busca generar un ahorro de 4,766 millones de pesos (aproximadamente 250 millones de dólares) entre 2025 y 2026. Sin embargo, el recorte apenas afecta al 1.4% de las plazas en Pemex, ya que los puestos sindicalizados—más de 90,000—quedaron intactos.

Fuentes cercanas a la petrolera afirman que este ajuste es insuficiente frente a los 18.7 mil millones de dólares en requerimientos de deuda en el mercado de bonos. Además, la empresa sigue lejos de su meta de producción de 1.8 millones de barriles diarios, acumulando cuatro trimestres consecutivos de pérdidas.

¿Rescate financiero en puerta?

Ante la incapacidad de Pemex para generar recursos propios en el corto plazo, el gobierno de Sheinbaum podría optar por nacionalizar parte de la deuda de la petrolera, que ya supera los 100 mil millones de dólares. La administración considera que su posición en el mercado es más sólida que la de Pemex, cuya calificación crediticia se encuentra en grado de bono basura.

La empresa ha prometido presentar un nuevo plan de negocios a finales de año, con el objetivo de reducir el riesgo percibido en el mercado. Algunos inversionistas esperan señales más claras en septiembre, cuando se entregue el Presupuesto 2026.

Comentario irónico: La austeridad selectiva

En un giro inesperado, el gobierno parece haber descubierto una nueva modalidad de austeridad selectiva: recortar donde se puede, pero no donde se debe. Mientras los trabajadores de confianza ven sus plazas desaparecer, el sindicato petrolero sigue intacto, como si fuera una especie protegida. Al final, el ajuste parece más un retoque cosmético que una verdadera reestructuración. Pero bueno, siempre es más fácil hablar de eficiencia cuando los sacrificios los hacen otros.