España arrasa a Francia en 185 segundos y vuelve a la final de la Nations League
Nada frena a España. Ni el peso histórico de Francia, ni las figuras como Kylian Mbappé, ni el ambiente de una semifinal continental. Con una exhibición fulminante de fútbol ofensivo, la selección dirigida por Luis de la Fuente selló su pase a la final de la UEFA Nations League tras someter a los franceses en apenas 185 segundos de inspiración, despliegue y contundencia.
En un lapso que fue del minuto 21:52 al 24:57, la Roja dinamitó el partido con dos golpes certeros que descolocaron a un rival atónito. El primero lo marcó Nico Williams, símbolo del atrevimiento y la frescura de la nueva generación. Aprovechó una jugada nacida de un centro de Lamine Yamal y prolongada con clase por Mikel Oyarzabal. Control, zurdazo y festejo: el joven del Athletic desató la locura y sumó su quinto gol con la absoluta.
La euforia apenas se apagaba cuando apareció Mikel Merino para ampliar la ventaja. En su idílico Stuttgart —ciudad en la que ya había marcado un tanto decisivo ante Alemania en la pasada Eurocopa— el mediocampista cazó un balón suelto y definió con precisión. Era el 2-0, un marcador que reflejaba la superioridad de un equipo con carácter, oficio y hambre.
Francia, que había alineado a un cuarteto ofensivo con más de 100 goles combinados en la temporada (Mbappé, Dembélé, Olise y Doué), se vio superada desde lo táctico hasta lo emocional. La potencia gala sucumbía ante la fluidez, presión y verticalidad española.
En la segunda parte, la fiesta continuó. Lamine Yamal transformó un penalti provocado por él mismo al 53:08. Menos de dos minutos después, Pedri González anotó el cuarto tras asistencia de Nico Williams. Yamal, figura indiscutible, firmó el 5-1 con un toque sutil tras un pase de Pedro Porro en el 66:24.
La reacción francesa llegó tarde. Ryan Cherki descontó con el 5-2, Dani Vivian marcó en propia puerta el 5-3 y Kolo Muani puso el 5-4. Pero todo estaba definido desde ese mágico tramo de 185 segundos que cambió la historia del encuentro.
España no solo ganó, arrasó. Se metió en su segunda final consecutiva de Nations League y ratificó que esta generación, liderada por jóvenes como Yamal, Nico, Pedri y compañía, está lista para volver a dominar Europa. Con personalidad, talento y una identidad que ya nadie cuestiona.
